1. La oración es una herramienta poderosa para conectarnos con Dios y recibir su ayuda. En Mateo 7:7, Jesús nos dice: “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá”. Esto nos muestra que Dios está dispuesto a escuchar y responder nuestras oraciones si le buscamos con fe y persistencia.

2. La oración nos da fuerza y paz en momentos difíciles. En Filipenses 4:6-7, la Biblia nos dice: “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”. La oración nos permite dejar nuestras preocupaciones y cargas en las manos de Dios, y recibir su paz que trasciende todo entendimiento.

3. La oración puede traer sanidad y milagros. En Santiago 5:15-16, se nos exhorta a orar por los enfermos: “Y la oración de fe salvará al enfermo, y el Señor lo levantará; y si hubiere cometido pecados, le serán perdonados. Confesaos vuestras ofensas unos a otros, y orad unos por otros, para que seáis sanados. La oración eficaz del justo puede mucho”. A través de la oración, podemos experimentar la sanidad física, emocional y espiritual, así como también ver los milagros de Dios en nuestras vidas y en las vidas de aquellos por quienes oramos.

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