1. La actitud positiva atrae bendiciones: En Proverbios 15:15 se nos dice que “Todos los días del afligido son difíciles, pero el de corazón alegre tiene un banquete continuo”. Una buena actitud nos permite enfrentar los desafíos de la vida con esperanza y confianza en que Dios está con nosotros, y esto atrae bendiciones a nuestras vidas.

2. La actitud determina nuestras acciones: En Colosenses 3:23 se nos enseña que “Todo lo que hagáis, hacedlo de corazón, como para el Señor y no para los hombres”. Nuestra actitud es el motor que impulsa nuestras acciones, por lo que si tenemos una buena actitud, nuestras acciones serán positivas y agradables a Dios.

3. La actitud es contagiosa: En Filipenses 2:5 se nos exhorta a tener la misma actitud de Cristo, quien se humilló y obedeció hasta la muerte en la cruz por amor a nosotros. Al tener una actitud de amor, humildad y servicio, podemos influir positivamente en las personas que nos rodean y llevar el mensaje de Cristo a través de nuestras acciones y palabras. Una buena actitud puede contagiar a otros y propagar el amor de Dios.

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