1. La actitud es una elección: La Biblia, en Proverbios 23:7, nos dice que “como piensa en su corazón, así es”. Esto significa que nuestra actitud es una elección y depende de nosotros decidir si queremos tener una buena actitud o no. Aunque a veces las circunstancias pueden ser difíciles, podemos elegir tener una actitud positiva y confiar en que Dios está a nuestro lado.

2. Una buena actitud atrae bendiciones: En Filipenses 2:14-15, se nos exhorta a “hacer todo sin murmuraciones ni discusiones, para que seáis irreprensibles y sencillos, hijos de Dios sin mancha en medio de una generación maligna y perversa, en medio de la cual resplandecéis como luminares en el mundo”. Una buena actitud puede ser una poderosa herramienta para atraer bendiciones y ser un testimonio de la bondad de Dios en medio de un mundo lleno de negatividad.

3. La actitud de Jesús como ejemplo: La mejor forma de entender cómo debe ser una buena actitud es mirando a Jesús. En Filipenses 2:5, se nos insta a tener la misma actitud que Cristo tuvo, quien aunque siendo Dios, se humilló a sí mismo y obedeció hasta la muerte en la cruz por amor a nosotros. Si seguimos el ejemplo de Jesús, podemos tener una actitud de humildad, amor y servicio hacia los demás.

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