“Este es el día que hizo el Señor; nos gozaremos y alegraremos en él” (Salmos 118:24). Cada día es una oportunidad para adorar a Dios y reconocer su amor y poder en nuestras vidas. Pero hay días en los que el sol brilla más radiante, los pájaros cantan más alegres y el aire tiene un aroma especial que nos invita a detenernos y adorar a nuestro Creador.

Hoy es uno de esos días, un día hermoso para adorar a Dios. Mientras contemplamos su creación y nos maravillamos de su grandeza, podemos elevar nuestra voz en alabanza y darle gracias por su amor inagotable. Recordemos que él nos ha dado este día como un regalo para disfrutar y honrar su nombre.

En este día, recordemos también las palabras de Jesús en Juan 4:24: “Dios es espíritu; y los que lo adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren”. No se trata solo de cantar o rezar, sino de tener un corazón sincero y humilde, dispuesto a reconocer su grandeza y obedecer su voluntad.

Que este día sea un recordatorio de la importancia de dedicar tiempo a adorar a Dios en medio de nuestras ocupaciones diarias. Que no esperemos a que sea un día perfecto para adorarlo, sino que en cada día, en cada circunstancia, encontremos motivos para alabar y glorificar su nombre. ¡Hagamos de cada día un hermoso día para adorar a Dios!

Recommended Posts