Definitivamente, esto es digno de mencionarse en las Escrituras: el simple hecho de buscar a Dios ya es un tesoro para cualquier ser humano. Pero Dios va más allá: Él promete premiar a sus buscadores.
La Biblia lo dice claro: “Dios recompensa a quienes lo buscan.” (Hebreos 11:6, NVI)

Vivimos en una época donde la gente busca respuestas rápidas y soluciones inmediatas en las demás personas, gobiernos o sistemas políticos. Pero hay una búsqueda que trasciende lo digital y lo superficial: la búsqueda de Dios. Y aquí hay una noticia increíble —¡sí, digna de compartir en cualquier red social!—:
Dios no solo se deja encontrar, sino que tiene una recompensa lista para quienes le buscan con sinceridad.

El joven rey Uzías lo probó en carne propia: “Mientras buscó a Dios, Dios le prosperó.” (2 Crónicas 26:5, RVR1960)
No se trata solo de orar o asistir a la iglesia; es una búsqueda diaria, intencional, genuina. Dios, en su naturaleza de Padre bueno, se alegra en bendecir, prosperar y recompensar a quienes hacen de Él su prioridad.

Es tiempo de buscarlo. No busques solo likes, fama, o éxitos momentáneos: busca a Dios, y prepárate para recibir lo que solo Él puede darte: paz, favor, dirección y bendición.

¿Ya iniciaste tu búsqueda hoy? Haz de Dios tu prioridad, y experimenta cómo Él honra a los que le buscan.

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