La biblia nos enseña que Dios nos ofrece vida eterna a través de su hijo Jesucristo. En Juan 3:16 leemos “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, sino que tenga vida eterna”. Esta promesa de vida eterna es una muestra del amor incondicional que Dios tiene por cada uno de nosotros. Él no solo nos ofrece una vida plena y eterna en su presencia, sino que también nos da la oportunidad de experimentar su amor y misericordia en esta vida terrenal.

Además, en Juan 11:25-26 Jesús nos asegura que aquel que cree en él, aunque muera, vivirá y todo aquel que vive y cree en él, no morirá eternamente. Esta promesa nos da esperanza y paz en medio de cualquier situación difícil que podamos enfrentar en este mundo.

Es importante recordar que la vida eterna no es algo que podemos ganar por nuestras propias obras o méritos, sino que es un regalo gratuito de Dios para aquellos que creen en su hijo Jesucristo. En Efesios 2:8-9 se nos recuerda “Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe”.

En resumen, Dios nos ofrece vida eterna a través de su amor y la fe en su hijo Jesucristo. Aceptar este regalo significa aceptar a Jesús como nuestro salvador y seguir sus enseñanzas. Que esta promesa de vida eterna nos llene de esperanza y nos motive a vivir cada día para la gloria de Dios.

Recommended Posts