Espera en El
“Aun cuando las circunstancias no son las más óptimas para seguir creyendo, espera… el Señor siempre responde.”
📖 “El Señor cumplirá su propósito en mí; tu misericordia, oh Señor, es para siempre.” (Salmos 138:8, RVR1960)
Las pruebas, las limitaciones y los fracasos pueden hacer que la fe se tambalee, como si estuviéramos caminando sobre aguas agitadas. Sin embargo, la Palabra de Dios nos recuerda que no caminamos solos: El Señor cumplirá su propósito en nosotros. Lo que Él comenzó en tu vida no quedará inconcluso, porque Su fidelidad no depende de tus méritos, sino de Su misericordia eterna.
Creer en Dios cuando todo va bien es fácil, pero confiar en medio de la incertidumbre es el verdadero ejercicio de la fe. El apóstol Pablo lo expresó con claridad: “Por fe andamos, no por vista” (2 Corintios 5:7). Esto significa que aunque tus ojos solo vean obstáculos, tu corazón debe mantenerse firme en la certeza de que Dios sigue obrando. Él nunca llega tarde; su tiempo es perfecto, y aun en el silencio está preparando una respuesta mayor de la que esperas.
Cada lágrima derramada, cada oración susurrada y cada noche de desvelo tienen un lugar en el plan de Dios. El creyente que se aferra a las promesas descubre que la fe no niega la realidad de las pruebas, pero sí proclama con convicción que el Señor siempre responde. Esa respuesta, aunque a veces distinta de lo que pedimos, siempre será mejor porque proviene de la sabiduría y del amor eterno del Padre.
Hoy puedes descansar en esta verdad: tu vida está en Sus manos. No temas al proceso, no te desalientes en la espera. Reconoce que Su misericordia es para siempre y que su propósito se cumplirá. Aun cuando no entiendas lo que pasa, confía, porque lo que Dios ha prometido, lo hará.
Oración:
Señor amado, gracias porque aun en medio de mis dudas y debilidades, Tú sigues siendo fiel. Ayúdame a esperar en Ti, a confiar en tus promesas y a reconocer que tu misericordia es eterna. Que mis pasos sean afirmados en tu Palabra y que mi esperanza nunca se apague. En el nombre de Jesús, amén.
