En la Biblia encontramos numerosas referencias que nos hablan sobre el carácter proveedor de Dios. Desde el Antiguo Testamento hasta el Nuevo Testamento, Dios se presenta como aquel que suple todas nuestras necesidades.

En Filipenses 4:19 leemos: “Y mi Dios proveerá a todas vuestras necesidades según sus riquezas en gloria en Cristo Jesús”. Esta promesa nos asegura que Dios no solo proveerá lo que necesitamos, sino que lo hará abundantemente y de acuerdo a sus riquezas en gloria.

Además, en Mateo 6:26 Jesús nos dice: “Mirad las aves del cielo, que no siembran, ni siegan, ni recogen en graneros; y vuestro Padre celestial las alimenta. ¿No valéis vosotros mucho más que ellas?” Con estas palabras, Jesús nos recuerda que Dios cuida de todas sus criaturas y que nosotros, como sus hijos, somos aún más valiosos para él.

Otro pasaje que nos habla sobre la provisión de Dios se encuentra en el Salmo 23:1 “Jehová es mi pastor; nada me faltará”. Este versículo nos muestra que, al igual que un pastor cuida y provee para su rebaño, Dios cuida y provee para sus hijos.

Es importante tener en cuenta que la provisión de Dios no siempre se manifiesta de la forma que nosotros esperamos o deseamos, pero podemos confiar en que él siempre proveerá de acuerdo a su voluntad y en el momento adecuado.

En resumen, Dios es nuestro proveedor fiel y podemos confiar en él para suplir todas nuestras necesidades. Debemos recordar sus promesas y creer que él es capaz de hacer mucho más de lo que podemos pedir o imaginar.

Recommended Posts