El apóstol Mateo, también conocido como Levi, fue uno de los doce discípulos de Jesús y autor del primer evangelio del Nuevo Testamento. Según la biblia, era un recaudador de impuestos en Capernaúm antes de ser llamado por Jesús a seguirlo.
Su evangelio está lleno de enseñanzas y relatos sobre la vida y ministerio de Jesús, incluyendo sus sermones y parábolas. Mateo enfatiza la relación entre Jesús y la ley judía, mostrando cómo Jesús es el cumplimiento de las profecías del Antiguo Testamento.
Además de ser un testigo ocular de la resurrección de Jesús, Mateo también fue un misionero y difundió el evangelio en lugares como Etiopía y Persia. Se cree que fue martirizado por su fe, aunque no hay registros históricos precisos al respecto.
La figura de Mateo nos enseña la importancia de seguir a Jesús y proclamar su mensaje de amor y salvación, incluso en medio de la persecución y el sufrimiento. Su testimonio nos invita a profundizar en el estudio de la palabra de Dios y a compartir su amor con los demás.