El apóstol Mateo fue uno de los doce discípulos que Jesús eligió para seguirlo durante su ministerio en la Tierra. Según la biblia, Mateo era un recaudador de impuestos y su nombre originalmente era Leví.
Mateo es conocido por su evangelio, uno de los cuatro libros del Nuevo Testamento que relatan la vida, enseñanzas, muerte y resurrección de Jesucristo. En su evangelio, Mateo se enfoca en demostrar cómo Jesús cumplió las profecías del Antiguo Testamento, especialmente en lo que se refiere al Mesías prometido.
Además de su papel como discípulo y autor del evangelio, Mateo también fue testigo de muchos milagros realizados por Jesús, incluyendo la multiplicación de los panes y los peces, la curación de enfermos y la resurrección de Lázaro.
Después de la muerte y resurrección de Jesús, Mateo cumplió su misión de difundir el evangelio y establecer iglesias en diferentes lugares. Se cree que predicó en Egipto y Etiopía antes de ser martirizado en su misión en Etiopía.
El apóstol Mateo es un ejemplo de cómo Jesús llamó a personas comunes y corrientes para ser sus seguidores y compartir su mensaje de amor y salvación con el mundo. Su testimonio y su evangelio continúan siendo una fuente de inspiración y enseñanza para los cristianos de hoy en día.