kip a. box
Como pastores y ministros del evangelio a veces nos cuesta enseñar y predicar sobre la generosidad. Tal vez tememos la consabida queja: “sólo habla de dinero”. Aunque los fieles prefieran que sea un tema privado, no podemos eludir nuestro deber de enseñar sobre el principio bíblico de la generosidad. La ofrenda es un aspecto importante de la mayordomía bíblica y el discipulado.
Jesús habló mucho acerca del dinero y las posesiones. En Lucas 6:38, advierte: «Dad y se os dará; medida buena, apretada, remecida y rebosando darán en vuestro regazo, porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir». Un tercio de sus parábolas tratan sobre las finanzas. Randy Alcorn, autor del libro, “The treasure principle” (El principio del tesoro), comenta: «El quince por ciento de las palabras de Cristo tratan sobre la generosidad».
En otra parte leí que sus enseñanzas cubren diecisiete sermones por año sobre la mayordomía. Jesús sabe que el dinero está relacionado con la vida espiritual. En su sermón del monte afirma: «…donde
esté vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón» (Mateo 6:21). Alcorn añade: «Aunque tratemos de divorciar nuestra fe de las finanzas, para Dios siempre serán inseparables». Por lo tanto, los pastores deben enseñar al respecto. La pregunta es, ¿cómo lo harán? El mandato de la generosidad En primer lugar, deben reconocer que es un mandato.
Durante los últimos veinticinco años ha disminuido la cantidad de dinero donada a las organizaciones religiosas en los Estados Unidos. Bill Easum comenta: «En el 2006 por primera vez hubo una disminución de un 33% por ciento en los donativos para organizaciones religiosas. Hace apenas veinte años representaba el 60% por ciento de los donativos a la caridad».
A pesar de esta tendencia se nos ha ordenado que prediquemos toda la Escritura. Romanos 10:17 lee: «Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios». La lectura y proclamación de la Palabra le enseñara al pueblo que es un asunto de adoración y obediencia. Modelos de generosidad
Los pastores también deben ser modelos de generosidad. De eso trata el cristianismo. El versículo más citado de la Biblia dice: «De tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna» (Juan 3:16).
Dios es nuestro modelo. Jesús también se entregó a sus discípulos, las multitudes y otras personas. Su máximo regalo fue la vida. El apóstol Pablo dio su tiempo a las iglesias, a Timoteo y a nosotros a través de sus cartas. Las congregaciones deben vernos como sus ejemplos.
Mensajeros de la generosidad Además de dar el ejemplo, tenemos que predicar sobre la generosidad. La pregunta es cuán a menudo. No debe hacerse todas las semanas ni una vez al año. Sugiero lo siguiente:
1. Predique varios sermones sobre la mayordomía una vez al año. Lo hago a principios del año. Uno de esos sermones debería enfocarse exclusivamente en el diezmo y la ofrenda.
2. No descuide los pasajes bíblicos sobre la generosidad. Siempre puede incluirlos aunque su sermón trate sobre otro asunto.
3. No imparta sus lecciones en cada servicio. La ofrenda no debe ser una nota al calce. Hágala parte del programa.
Enseñar sobre la generosidad es una de las maneras más eficaces de obedecer la Palabra. En mis inicios me fue de gran ayuda una serie de estudios que fueron preparados para los pastores del estado. Desde entonces he seguido con otros estudios.
La ofrenda debe durar de tres a cinco minutos: una referencia bíblica, una ilustración (historia, testimonio, cita o estadísticas), su relación con la misión de la iglesia, una petición y una oración. De vez en cuando, invito a los hermanos y hermanas a testificar sobre las recompensas y bendiciones de la generosidad.
Los líderes también dan clases en sus departamentos. Nunca minimice el momento de la ofrenda con un, “bueno, es hora de la ofrenda”. Haga una buena presentación y evite que sea otro relleno en el servicio.
Estudiantes de la generosidad Somos estudiantes de la generosidad. En el internet encontrará muchos sitios dedicados a sermones y estudios bíblicos (generousgiving.org y Christianstewardshipnetwork.com). Durante mi vida he tenido que hacer varias inversiones, algunas buenas y otras malas. Sin embargo, la mejor ha sido contribuir al Reino de Dios. Por lo tanto, como
pastores y líderes de la iglesia, abramos nuestras Biblias para que la iglesia invierta en la eternidad.
Kip A. Box es el pastor de Ministerios Oak Park, en Mobile, Alabama: www.oakparkministries.com