Dios es nuestro padre amoroso y protector, así lo afirma la biblia en múltiples ocasiones. En el Salmo 103:13, se nos dice que “como el padre se compadece de sus hijos, se compadece Jehová de los que le temen”. Esto nos muestra que Dios nos ve como sus hijos y nos llena de amor y compasión.
Además, en el Nuevo Testamento, Jesús nos enseña a dirigirnos a Dios como “Padre nuestro” en la oración del Padre Nuestro (Mateo 6:9). Esta cercanía y familiaridad con Dios nos muestra que Él es nuestro padre celestial y desea establecer una relación íntima con nosotros.
La biblia también nos habla del amor incondicional de Dios como padre. En Juan 3:16 se nos dice que “Dios amó tanto al mundo que dio a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna”. Este sacrificio de amor demuestra la paternidad perfecta de Dios, que está dispuesto a dar todo por sus hijos.
Como cualquier padre amoroso, Dios también nos corrige y disciplina cuando es necesario, para guiarnos por el camino correcto (Proverbios 3:12). Pero su amor siempre está presente, y en Hebreos 12:6 se nos recuerda que “el Señor disciplina a aquellos a quienes ama, y azota a todo el que recibe como hijo”.
En resumen, la biblia nos presenta a Dios como nuestro padre amoroso, protector y compasivo. Él desea establecer una relación cercana con nosotros y nos ama incondicionalmente, a pesar de nuestras faltas y errores. Recordemos siempre que somos hijos de Dios y que Él siempre estará a nuestro lado, guiándonos y amándonos como un verdadero padre.